jueves, abril 24, 2008


Pequeña reseña sobre las FARC-EP

Es para muchos un hecho que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo, son una agrupación terrorista, que asesina sin consideración alguna, y que incluso, tiene fuertes y arraigadas relaciones con el narcotráfico. Pues bien, veamos qué argumentos tenemos para afirmar dichos epítetos contra las FARC, que se repiten una y otra vez en los medios de comunicación.

Las FARC, son una organización guerrillera que tiene su origen en el año 1964, cuando el Partido Comunista de Colombia decide formar oficialmente un brazo armado para la lucha, debido a que el escenario político y social de ese país en aquel momento lo requería, por consecuencia de largos años de violencia, inestabilidad, falta de democracia, que tenían su origen en el llamado "Bogotazo", nombre con el que se le llamó a la ola de desórdenes y agitación social que produjo el asesinato en manos de la oligarquía y los EE.UU. del Presidente Jorge Eliécer Gaitán.

La decisión del Partido Comunista Colombiano nace de la urgente necesidad de combinar ambas formas de lucha, la política y la armada, siempre con la convicción de lograr una salida política al conflicto que significara mayor democracia, justicia y paz, dentro de un país en que los líderes sindicales y de la izquierda eran asesinados por montones, en el contexto de la guerra fría, y del afán de EE.UU. de exterminar cualquier atisbo de proyectos emancipadores, democráticos y revolucionarios como los que se intentaron llevar a cabo en Latinoamérica durante los sesenta y setenta.

Ya durante los ochenta, se logra un acuerdo de paz con el Gobierno de turno, y es cuando las FARC-EP, desarrollan la Unión Patriótica, que sería la herramienta política de la organización para llevar su proyecto de sociedad dejando de un lado las armas, y en cuya creación tendría directa relación el PC de Colombia. En ese momento es cuando numerosos guerrilleros y dirigentes políticos se presentan a las elecciones, logrando 5 senadores, 9 representantes, 14 diputados, 351 concejales y 23 alcaldes, con un fuerte apoyo de la clase obrera y el campesinado.

Pero el intento de paz fracasaría y el resultado sería desastroso, dos candidatos presidenciales, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y miles de militantes serían cruelmente asesinados por grupos paramilitares, que al igual como sucede hoy, serían manejados, financiados y dirigidos por aparatos de inteligencia gubernamentales y de la CIA.
Estos crímenes están impunes en su mayoría hasta el día de hoy, demostrando que cuando la violencia, la infamia, el genocidio y las violaciones a los derechos humanos, provienen desde la derecha y la intervención norteamericana, no existe medio de comunicación que se pronuncie al respecto (como si no lo supiéramos los Chilenos), optando por dos opciones, guardar un silencio cómplice, o contar una verdad a medias, que es lo mismo que mentir.

Ahora bien, sobre ese débil argumento del narcotráfico, que sería la forma de financiar la puesta en marcha de la guerra de guerrillas que desarrolla las FARC, es en realidad, el Presidente Álvaro Uribe Vélez, quien ha sido vinculado numerosas veces con el narcotráfico ( coincidentemente con destino a EE.UU. ), incluso, su padre Alberto Uribe Sierra, era un conocido narcotraficante que fue capturado por la policía local, pero luego puesto en libertad por sus contactos con funcionarios de Gobierno, que probablemente también lucraban con el negocio de la droga. Y no sólo eso, sino que además sus relaciones directas con el paramilitarismo Colombiano son innegables, y frecuentemente ocultadas y censuradas por los medios de comunicación afines a la ultra-derecha y al imperio. Tanto así, que recientemente Mario Uribe, primo de Álvaro, fue detenido por su relación con el paramilitarismo, que ha tenido un fuerte reimpulso con el llamado "Plan Colombia", financiado, organizado y dirigido por EE.UU. y la derecha Colombiana con el único fin de terminar con la guerrilla, y reprimir toda expresión de emancipación que tenga el pueblo del asesinado Presidente Gaitán.
Los paramilitares Colombianos han eliminado a decenas de dirigentes sindicales, y políticos de la izquierda, y operan de forma similar a la CNI y la DINA, durante la dictadura pinochetista, con la diferencia es que no existe comprobación de vínculos de los órganos represivos Chilenos con el narcotráfico (al menos que yo sepa no).

En definitiva, será imposible lograr una salida política y de paz al conflicto Colombiano, si continúa la intervención Norteamericana en ese país, y la actitud represiva y de terrorismo de estado que propugna la alianza Uribe-Bush. Junto con esto, la situación social y económica que vive este país hermano, es de una crisis similar a la que vive Chile, por consecuencia de las políticas Neoliberales que ortodoxamente a impuesto el Presidente Uribe por orden de Bush, en momentos en que dicho modelo económico muestra sus falencias en todo el mundo, e intenta ser superado en gran parte de los países latinoamericanos para dar paso a Gobiernos de nuevo tipo, que garanticen más democracia, justicia social, y las libertades políticas y sindicales que el Neoliberalismo restringe cada día.

Por otra parte, las FARC-EP, muestran cotidianamente su fortaleza y convicción revolucionaria, a pesar de los duros y cobardes golpes que ha recibido por parte del imperialismo, como fue el asesinato de 16 guerrilleros, entre los cuales se encontraba el Comandante Raúl Reyes, miembro del Secretariado de las FARC, en manos de un infame y pusilánime bombardeo ejecutado por EE.UU. en territorio Ecuatoriano.

En conclusión, queda a manifiesto una vez más, como los medios de comunicación disfrazan este conflicto y demonizan a grupos beligerantes como las FARC o el ELN, siendo parte y cómplices de los crímenes que día a día se cometen en Colombia. Los chilenos bien conocemos los resultados del intervencionismo yanqui, y en la actualidad, está haciendo de las suyas en Colombia y Bolivia, por lo que se hace urgente tomar acciones decisivas y concretas para solidarizar con estos dos pueblos que luchan por su liberación.

1 comentario:

Unknown dijo...

Meses (dsd el verano) que no escribias alguna cosa por aqui.
Pues bien, yo en mi calidad de lector, puedo decirte que las conspiraciones, la corrupción, las matanzas, etc, por el poder, son tan normales como el pan que comemos todos los días. Se han dado, y se darán siempre. Cuando a uno lo dañan, a veces hay que ser violento. No discuto el hecho de que fue necesario quizás esta facción armada, por los crueles asesinatos de los del partido comunista, ni tampoco algunos hechos de violencia que se han dado. Pero, según mi parecer también, no es correcto usar el código de hamurabi (ojo por ojo, diente por diente) para solucionar nada. Estados unidos y los paramilitares colombianos mataron, y eso es digno del repudio más grande del mundo.Las farc no están relacionadas con el narcotráfico a mi aprecer. Pero también es el repudio más grande que las FARC secuestre gente, y haga un régimen de caos y terror en no sólo colombia, sino sudamérica. La gente en Colombia está asustada. Nadie merece ser tratado de manera inhumana. El poder no es para que la gente sufra, sino para el beneficio de ésta. Estados unidos y Colombia lo hicieron con el comunismo Colombiano, no dejemos que esto mismo pase otra vez pero al revés.
Prece que escribi mucho, fue el impulso que me dio el hecho de que hace tiempoque no escribias. Bueno..eso no más...
xau
Jorge Alberti